De pronto el viento se escurre
entre las rendijas de mi alma;
esas que quedaron abiertas
cuando te marchabas...
cuando te marchabas...
...y un rápido vuelo de hojas
a un lado de las calles se apartan,
y en algún lugar de nuestras conversaciones
y en algún lugar de nuestras conversaciones
los gatos susurraban para que te quedaras...