¿Que te quejas de tu soledad?
¿De una ventana prohibida?
Lentas las hojas caían....
Será el invierno en tu casa...
Tu corazón de fuego es ceniza.
De mimbre son ahora tus piernas.
Y no tienes quién, te sostenga el alma.
No tienes quién te compadezca con sus lágrimas.
La casa se hallaba dormida.
La calle de tu alma estaba desierta...
¿Que te quejas de la sombra de tu soledad?
¿Que ahora tus cabellos son blancos y tu rostro arrugado?
Cortaste las flores salvajes y bellas
que crecían a tu lado
Las cortaste y arrojaste tras la verja
Olvidaste el sol filtrándose entre los árboles
No te durmió el son de los columpios y de las aves
¿No escuchaste el aullido del viento como un enjambre?
De tu soledad ahora, lloras
pero tú, te la buscaste
De tu soledad te quejas
nos cerraste las puertas
y ahora, tu casa está desierta.