Poema 76. Aún llevan tierra mis manos

Llegas entre nebuloso recuerdo.

Te mandé un beso escondido,

no lo encontraste.
Busqué tu silencio

y te callaste.

Yo... que besaba tus palabras...

Cierro los ojos a veces...

Sombra y sombra,

pies con pies,

tiempo y tierra...

Hoy piso los charcos...

Y ese silencio
que se venía,

-de campana solitaria,
de nidos abandonados-
no se ha separado de mi pecho,
pasado el tiempo,

todavía lo siento....

Aún llevan tierra mis manos...

Te sentí en mi mejilla

como un sol de verano
y entre el viento, y el agua,

esa vez te perdía.

Marzo, este mes...
se marcha nublado.

.....

Poema 75. Camino de ortigas

Camino de ortigas

por el que ando perdida.

Ando sin rumbo...

Al alcanzar la orilla
siento los pajaros picotear en la arena,
y entonces sé que el destino me acecha
tratando de desviar mi vida.

¿Quién sabe lo que puede traer 
la tempestad a mi orilla?
¿Quien sabe si después de tantas idas y venidas
no encontraré el mismo paisaje de aquel día?

Camino de ortigas...

Hoy ando perdida ...

...pisaba donde había
orilla firme y mullida...

Y ahora...
¡Precipicio de decisiones!

¡El filo del horizonte me da miedo!

Hoy ando perdida por senderos de ortigas,

pise donde pise, sé que lloraré el camino.

Dolor siento en mis pies por la decisión que sigo.

Las ortigas invaden el suelo que piso...

…… 

Poema 74. A una madre, la mía

Madre,
beso tu alma,
tus ojos dulces
cuando  se enfadan
y cuando están en calma...

Beso tu boca,
que sonríe entre risas 
y también entre lágrimas.

Beso tus manos:
fue de tus caricias
que se hicieron mis sueños.

Y besaré tus ojos
que esta vez lloran,
bien lo sé. 
Es mi culpa, 
perdóname!

Te beso en todo tu orgullo
y tu cansancio.  
Beso tu abatimiento.
tus ansias y tu gozo.

Y en cada alegría:
beso las arrugas de tus años.
Y en cada llanto:
beso los mares de tu triste canto
y las notas de tus labios 
que me enseñaron tanto...


Yo beso las líneas de tu boca,
serena, digna y bella,
la que endulza mis días si sonríe
o calma mi ira cuando susurra:
paciencia!

Beso tus párpados
con que cubres de sueños
las noches en que nos cuidas.


Yo beso
cada minuto de la vida tuya
en que caminé a tus pies, 
ahora voy de tu mano,
un día te soltaré ...

Beso tu esfuerzo, tu aguante,
tu calma, tu paciencia,
tu mirada infantil
y tu sabia inteligencia,
tu inconsciente belleza...

Y de besos míos:
tienes, así, el alma llena.

Poema 73. Juventud

¡Juventud!

Juventud de inocentes flores,

de las almas blancas de los niños,

la del viento y la noche,
y en la noche,
la de la estrella malva...

Juventud del sol
que en su media vida,
que ya ha sido larga,
tiene otra media
para agotarla.

Jóvenes nosotros

que ya no lo somos tanto,
que dormimos felices hoy los años 
y al despertar, se habrán esfumado.

Joven, que por miserias ridículas 
sufriré desengaños.

Jóvenes tú y yo, 
que, agotados,
no sabemos nada del cansancio, 

ni de la vida,  
ni de los años...

Años en que con arrugas en el rostro

y sabiduría de ayeres, 

todo lo dilucidamos...

Cerraré los ojos 

y sabré que los días, a tu lado,
nos atravesaron.

Ahora admiras el tronco de este árbol.
Un día nuestras jóvenes manos lo sembraron.
Mañana otras más jóvenes, quizás, 
tengan que talarlo.

Y todo lo digo ahora, 
que siendo joven, no lo soy tanto, 
que todo empieza tarde...

que mis 28 años vuelan,
que se escapan mientras corro,
tratando de atraparlos.

Poema 72. De pronto el viento se escurre...

De pronto el viento se escurre

entre las rendijas de mi alma;

esas que quedaron abiertas
cuando te marchabas...

...y un rápido vuelo de hojas 

a un lado de las calles se apartan, 
y en algún lugar de nuestras conversaciones

los gatos susurraban para que te quedaras...

Poema 71. Ausencia de ti

Se perfila un paisaje de olas

en el mar de mis anhelos

y una voz vacía me llama

por mi nombre secreto...

Ya no se abren las puertas al cielo

(que eran tus ojos mirando mi pelo)

ya no te escucho palabras de verso...

Tu boca se duerme,

abandona mi lecho...

Hueca la ausencia de ti, que eres tesoro.

Lánguida tristeza esboza un piano...

y entre sus notas
(que hieren cual dientes afilados)

surge una herida eterna...

Soledad de tu presencia:

que no es sino tu ausencia...

acostumbrada a ella,
perece ahora mi alma entera.
Largo destino le espera...

Largo también es el camino
que el viento hizo, 
durante mil años,

sobre el agua pacífica

de tus dulces manos.

Largo camino
el del viento
de mis cabellos solitarios...

Viento embrujado,

silencio amargo,

ausencia de ti,

y de tus ojos claros.

Poema 70. ¿Qué será de la poesía?

Qué será de la poesía

¿Que ha sido de la poesía?

¿Qué será de los poetas?

Si ya no aman ¿no escriben?

Si nadie aprecia un poema …

¿qué será de la pluma bella,

del gran escritor de belleza?

Si quedamos sordos y mudos

aún podemos escribir sobre ella.

Si morimos, habrá quien escriba de tristeza.

Pero, si nadie ve lo bello en un poema,

Si nadie siente o reza,

si nadie canta, si nadie escribe…entonces…

Entonces…

La poesía no será poesía.

El poeta dejará la pluma.

El pájaro azul que le inspira

morirá o volará

o le abandonará, como la musa ingrata

Quedará desnudo el prado en primavera.

No habrá nieve blanca y se agotará la vela.

Y lejos en el mar, naufragarán las palabras.

Y el poeta no podrá volver a buscarlas.

Y una canción sonará triste.

Y una lágrima despertará.

Y las palabras no volverán a ser palabras.

Porque, nadie, nunca más

volverá a acariciarlas

Poema 69. La inconstante

De tus ojos claros
comprendo...
Antes, mientras te miraba,
una luz me turbó el alma...

Alas de pájaro entre nubes.

Niebla trepando montañas.

Tu boca no dijo nada.

Pero todo lo hablaba.

Perdóname,
te quiero, y sin embargo...

es rápido el vuelo del amor al olvido.

Y así pasan las horas en que yo te descuido.

Río de piedras cristalinas.

Pausado torbellino.

Del calor al frío.

Yo, un día te quiero y al otro,

te olvido,

o pienso en ti el día entero,

o te abandono durante siglos..

Vuelo de aquí para allá,

de allá para acá,

vuelo y te olvido,

te olvido y te quiero.

Poema 68. A los que no están

A los que no están, 

Ahora, las lluvias de mi pelo

encienden

senderos de tristeza...

Mis manos se alejan

de la gloria de unos días

en que te tenía tan cerca...

Y doy rienda al caballo desbocado

de todas las penas que encierran

tu adios inesperado,
¿quién está preparado?

Corazón,
que en tu pecho latía,

quieto ahora

todo lo inunda
una muda ausencia...

Tu recuerdo, en las cenizas queda

digo adiós
a la llama de tu cuerpo.

con tu mano en mi mano, aún,

vuela mi pecho en tu pecho,

y arde,

el mío por dentro

Rabia y dolor
queman mis venas.

Recorren la sangre,
que fluye ligera.

Porque nunca más,

final de finales,

serás, en la tierra de los mortales.

Queda aquí, así,

la muerte  

observando a la vida partirse

Fugaz atropello

o beso lento…

de un veneno intenso

Así, el día,

deja paso a la noche.

La noche duerme la tierra

y, en su regazo de vida,

muere una flor,

nace una estrella.

Poema 67. Versos de siesta

Qué mejor que escribirte, amor

mis letras de verso
y versos de siesta.

Qué mejor que andarte, amor

mis pies en tus pies,
de camino hasta tu puerta.

Ahora el sol 

despereza mi alma,
(que estaba dormida)

con susurros de un día que cierra,

en que caminas hasta mi

para que mi frente se calle

y deje su sorda arruga de tristeza.

Porque... es hoy amor mio

que te digo adios.

Pero te lo digo en queja

en triste palabra;

que la tarde es más fea

ahora ,
que el sol se ha marchado de mi puerta

y tu puerta se cierra...

Poema 66. Ah! del barco perdido

Tienes mirada caída

que me observa a escondidas.

De gesto tímido y de niño

te busco en los recuerdos que nunca tendré

y te encuentro en días que no conoceré.

Hallo tus manos embarcando a otros puertos,

abandonas los mios …

¿qué tan lejos los buscas?

es pesado el camino..

Ah! del barco perdido…

Ahora te marchas: 

Adiós...y, de un adiós
hasta un luego

y del luego, hasta un día,

quizás, el adiós, 

entre el mar se perdía…

Ruego a los vientos que te traigan a mi orilla

mas tú sólo sigues a una sóla guía:

diosa del viento.

-Mujer sería…-

pues nunca a esta costa

tu barco aproxima...

Llanto el del mar

que ruge melancolía,

¿tanto miedo le tengo

que sueño con pesadillas?

Ríos de mares,

aguas profundas,

destinos perdidos...

que no supieron nunca

si tal vez, tu ancla, caería

Poema 65. Adagio de Bach en Marzo

http://www.youtube.com/watch?v=2x-OHljZzHQ&feature=share
 ♫ ♪ Johann Sebastian Bach: Adagio in D minor  ♫ ♪ 

Perezosa mañana

siento envidia de los pájaros...

…tan pronto la mecen con sus afinados cantos

Y yo amanezco con cansancio

con ojos que duermen

al tibio son de los rayos.

Ansío cada brizna de aire

y en cada parque,

quisiera ser perro.

Paisaje que nadie sorprendió,

mientras despertaba del invierno...

Ya,
por fin,

el sol luce todos los días...

y abrasa a fuego "La cresta del gallo"

En las tardes se aparta lento...

Caminaré entre caminos cansados

Soñaré que los días me saben a flores

Y en sueño profundo
de amapolas y perfumes

¡Azahar vuelve!

me traes recuerdos de pasiones...

Poema 64. Zapatos sucios, corazón sólo

No es pesadumbre la que viene

a llamarme en la noche...
Cuando todo duerme

y recojo los sueños...

Cuando tú me amas
y te enredo el cabello

Es lamento soñoliento
y tristeza lejana.

La que a veces tengo...

Tras la ventana,

entre las rendijas de una luz de madrugada

golpeas con fuerza en las pupilas de mis ojos,

y mil imágenes se esfuerzan por meterse
en mi habitación.
Dentro de mis sábanas.

No es el fuego de la hoguera el que arde.

Es un dolor a quemadura

que se esconde.

Es la sombra de las lluvias

que se enlazan.

Con tus nubes...

Llegas una mañana de invierno

y arremetes contra todos

mis calcetines viejos

Zapatos rotos...

Corazón desangelado.

Entre sueños ...
sientes mis palmas blancas y mi mente clara,
que te habla

diciéndote adiós ya, al fin,
aunque nunca estabas.

Poema 63. INTUICIÓN

Las manecillas del reloj resbalan en la esfera

a un ritmo que no se acostumbran

a detectar mis orejas.

Pero hoy, no sé qué ha pasado,

se han detenido más de la cuenta

y sé que algo se acerca,
bueno o malo, no tengo ni idea.

Un vuelco en el corazón, un temblor de tierra.

Cabello encrespado: como cuando la lluvia acecha,

¡Violenta sacudida en el alma!

¡Sé que algo me espera!

Malo o bueno,

No tengo ni idea.

Antes, mientras dormía mi siesta,

un sueño ha volado por mis ojos,

y aún lo recuerdo, como si la noche me cubriera entera

Algo pasaba, no sé qué era, 

no sé si ha ocurrido o por llegar me espera.

Malo o bueno, no tengo ni idea

Me pincha el corazón, si el teléfono suena,

estoy a la espera, ¿ocurrirá algo?

Sé que pronto llega.

Malo o bueno.
No tengo ni idea,

Pero ya está cerca.

Poema 62. EXPECTATIVAS

Ilusiones perdidas....
en el camino de ese viaje
que planeaba emocionada...
descubrí,
mas ya era tarde, que la vida
es más dichada, más alegre, más vivida,
que es mejor no esperar nada.

No sé quién lo dijo un día,
pero, los proyectos que no cumplidos lloramos
nos impiden que de la vida
podamos rescatar la dicha

Y, ¿cuántas veces nos hemos perdido:
necios, controladores, vanos..
los más maravillosos destinos
que se nos tenían preparados,
por no haber coincidido con esos,
que al principio, teníamos pensados?

Vivir cada instante que fugaz pasa,
es vivir la vida y saborearla,
de lo contrario nos convertimos,
en insatisfechos,
superficiales, escasos
ilusionados por la falta de algo,
que no habríamos apreciado tampoco,
en caso de alcanzarlo.

Poema 61. Sumerge tu alma en mi cuerpo de OCÉANO

Sumerge tu alma en mi cuerpo de océano

Hunde tus palabras en mis sesos dormidos.

Lanza tu suspiro a mi vena enfurecida.

Yo a veces respiraba cerca de tu boca

el aire sobrante de tu dulzura

Y así pasaban segundos de tu existencia

-De tus horas mudas-

Rozan ahora tus dedos
los surcos de mi geografía 

que puede que ahora no reconozcas,
y un día quizás ni conozcas...

-Yo a veces la siento lejana y perdida…-

Besan tus labios la boca de la profecía

y aúlla, arrepentida...

-¿Tanto daño te hace sentir mis heridas?-

Duermen tus dedos en pausa cansada

se ahoga un suspiro, que es un verso en mi almohada.

Cierras las puertas de los sueños que te entrego,

y abres el jardín de un paisaje yelmo. 

Encuentra mi alma en tu cuerpo de tormenta

-Lluvia es la dicha que a veces nos contempla-

Dicha la de un día que sonreía en la ventana,

mientras algún pájaro nos picoteaba
con sus migas,
donde duelen nuestras almas
dormidas.

Poema 60. Para mi voluntad...(amour imaginaire...)

Para mi voluntad sólo tú me bastas,

de mi libertad harás tu cadena,

con tus labios sonarán mis palabras,

lejos de tus ojos
verán los míos la distancia...

Sueño con tu alma,
aún sin conocerte, junto a la mía.

Puede que no existas y aún así
conozco bien tu anatomía..

Para mis deseos bastarán tus manos.

De tu garganta escucharán mis oídos 
con tus pies forjaré mi camino, 
firme y mullido.

Leo en nuestras manos
un destino que nos habría unido,
nos habría colmado de sueños,
pero nada aún nos ha permitido..

Despiertan tus mañanas
y los ojos míos se entregan a la tarde.
Se harán así eternos mis días
y solitarias mis noches
hasta el alba en tus ojos.

Dejaré atrás la oscuridad.
Y me sentiré libre algún día
en que éste lejano mundo
acorte las distancias que se pierden
entre tu alma
y la mía.

Poema 59. CAMINO DEL REVÉS

¿Dónde lleva el camino de piedras

ante mis pies?

¿Dónde lleva el laberinto
de setos altos?

Camino del revés,

y donde encuentre un paso,

donde llegue a nado,

ahí me pararé.

¿Qué hay en el fondo del pozo?

¿Qué hay dentro de este barco roto?

No navega,

no hay tesoro en su fondo...

Yo no sé por dónde ir.

Si sigo recto es muy largo,

si me desvío…peligroso.

Todos los caminos tras tu rastro

son perdidos y cansados.

Necesito piedra firme
donde pararme un rato,

centrar mi destino,

y pensar mis pasos.

Poema 58. NOCHE BELLA

Noche bella, noche fresca,

No hueles a nada y mis sentidos llenas

Y todo lo que veo,

es tu eterna noche ….

Luz de noche

noche bella
¡despierta!

Como cristal frío en los labios ..

me desvelas...

Vuelo en el viento de tus rayos

respiro ese viento….

Sonries distante

al ver caer el día,

y duermes lejos del mundo
que por tí suspira...

Cielo de estrellas robado

menguante, luna,

hoy te ves tenue

como la luz de unos ojos tristes

Tus párpados soñolientos

arrastran con celo

gotas de cielo...

que quizá se lleven las nubes...

Frío solitario

es el sordo sonido
del vacío de tus labios...

Beso oscuro.
Boca de nácar.

Broche de plata.
Noche de negros gatos...

Vestido largo.

Trasnocha,

Bella,

La luna

en lo alto

Poema 57. DESIERTO

Amor, nuestra vida fue un desierto,

En que yo arrancaba lo poco que quedaba

de las briznas de hierba 

que tu plantabas

Amor nuestra vida fue un desierto,

vacío de voces y de nada

Un desierto que yo transformaba

en valle de flores y carcajadas

y tú solamente observabas

Nuestra vida fue un desierto y un dia

dejó de haber agua

yo sedienta

tú aburrido

el calor nos deshizo en arena 

y nos convirtió en pereza

Nuestro amor fue un desierto

donde no hubo ni volcán, ni río, ni estatua,

ni agua

donde los sueños se destrozaban

con cada pisada, con cada hondonada

tristes nos veíamos morir de sed

besábamos las gotas que quedaban

hasta que no pudo ser...

Nuestro amor también fue naufragio

naufragio de alas y mimbre flotando en las aguas

fuimos los náufragos del océano en llamas

peces famélicos

ríos esqueléticos sin una pizca de agua

Nuestro amor fue un desierto

un naufragio sin aguas

Poema 56. Llega el INVIERNO...

Mi amor,

Llegado el invierno, te tiendo la mano,

El frío me abraza helador,

Y la humedad de los días

Con mis lágrimas

Se va mezclando

Se rompen las hojas,
ya secas y frías

Hay nieves en algunas zonas
y desde la ventana es gris el día...

hay una niebla clara

y huele a humo y a mañana

huele a hierba y a tierra y a agua

Amor... llega el invierno y te tiendo mi mano

hace frío de cristal y de hierro.

Amor... hay alturas en cerros altos.

Hay caminos largos y cansados

y mis pies detienen su rastro

Hay verdades que duelen al nacer,

sobre todo de tus labios

Hay rincones que esconden

todo lo que tanto tiempo 

he estado buscando

En tus ojos me detengo

y veo que, sinceros, hablan...

aunque tú nunca digas nada

Hay razones, que no se explican

que lo dicen todo,
y no entienden de palabras

Hay días, en que el frío
abraza mi alma helada

Hay soles que se cierran en noches

que nunca imaginabas

Y es que hay inviernos
que se clavan con su gris

y cavan tan hondo

que congelan las penas tras de si.

Poema 55. Disparo a tus ojos

Disparo a tus ojos.

tratando de esquivar
las rachas del viento

que no dejan de atormentarte el alma

Quizás ahora alcanzo a entender
el por qué de tus dudas vagas

de tus ansias extrañas...

Gime un lobo desde tu alma.

No se estrelló el aire en tu cara

No te enmudeció el grito la garganta

Pero en tus ojos veo lágrimas

Lánguida tristeza la tuya

Desnuda la espada afilada y

todo lo atraviesa de cruces

Tu falta de sensibilidad destroza mis alas

Pero tu soledad será tu desgracia

Tu debilidad tu infelicidad

Yo te quería y te quiero

Te perdonaba y te perdono

Pero duele la sombra negra que proyectas

cuando miras y no me dices nada

Tu palabra herida

encuentra la tristeza en tu cara,

¿que ya nada puede quitarla?

Poema 54. PEREZA

Inactivo el rayo de sol que ciega,

lento caminar que el pie del suelo apenas despega

Vapor que al inhalarlo marea

que en la fría sombra quieto se queda

Pensamiento fugaz que no es fácil recuperar

que en el aire queda perdido

Intento al hablar palabra olvidada,

palabra que no se pronuncia y tampoco quiere ser pensada

Olvido descuidado o ¿conscientemente realizado?

Compás cansado de un vals, corredor sin aliento…
Pendiente elevada, agotada...

Hacia la orilla camino de arena caliente,

Sol que abrasa en la frente,
Sol que ciega la mente,
la voluntad, la idea

Frente cansada de problemas,

lejos está el final del día,

y el final del día parece
el principio de otro nuevo

más cansado todavía

Último hachazo que no parte el árbol

que estaría ya por caer,

rendido el leñador ante el tronco,

clava el hacha a su pie.

Pie cansado del camino,

y bien mirado
sólo es el principio del recorrido

Brazo fatigado del pulso

se deja derrumbar sobre la mesa

Frágil cristal que al  débil golpe,

acaba por estallar

Poema 53. No me dejes sóla (dedicado)

No me dejes sóla..

porque entonces…

sonarán guitarras y

el aire lejano gemirá en llanto.

No me dejes sóla…

¿Se olvida el invierno cuando llega el verano?

¿Se olvida la tristeza pasado un rato?

Si las lágrimas se secan…

el amor… ¿se aleja?

Clavaré en ti una seña

Dejaré en mi mano tu marca

Quiero tenerte cerca

atarte como ave a mis ramas

Pasarán las horas

Naufragarán los barcos

Volarán las hojas

Se perderán los secretos bien guardados

Anochecerán los días,

mientras te esté aguardando.

Buceo aguas infinitas

de ecos profundos

diciendo te amo...

¿Llegarán mis palabras a tocar tus labios?

Y reducida la vela

Te estuve esperando

Y antes de que muriera

Ahí llegaste,

a mi puerta

Poema 52. A Trinidad

-En esa butaca… eras tan delicada...

De ti no recuerdo mucho

sólo unas pocas palabras.

Gris cabellera y sonrisa franca,

sonrisa dulce y a veces cansada...

-Ahí sabía que, si iba, te encontraba

Mi ilusión cada día era llevarte naranjada

Pero hubo un día que bajé,

como siempre, emocionada,

cuando a la abuela por ti pregunté

me dijo que ya no estabas.

-Y yo, que no entendía bien,

salí al jardín otra vez,
y sólo bastantes años después

llegué por fin a comprender
que no te volvería a ver.

-Despertad, Trinidad,
Que eras todo bondad

Tienes ahora la eternidad....

-Estaba el salón oscuro,

la puerta de tu cuarto cerrada,
y mientras todos hablaban, recuerdo,

que me quedé callada junto al marco de la entrada,

esperando a que alguien en la habitación

subiera la persiana, y entrara el sol que, a ti, tanto te gustaba

-Qué recuerdo tan extraño,
yo no sabía qué había pasado

no te lloré entonces pero te añoré por algo,

pensaba en ti, ahí sentada, con tu rosario...

Tan buena, tan dulce…. 
Si cierro los ojos veo tu cara.

Descansa para siempre 
ojos de ángel.

Poema 51. Verso triste de POETA

A tientas, busco la luz

y se destruyen caricias que se apagan...

Mientras un último suspiro cierra la puerta

y abre la ventana al lamento encendido

de tu alma despiadada

Rasgada, aspiraba mi conciencia,

en la penumbra silenciosa, después de varias letras,

a escribirte un verso triste de poeta...

más no quisieron mis dedos

obsequiarte con algo tan bello

La pluma lloraba.

El ángel la consolaba.

Y entre las briznas, de hierba seca,
el viento cantaba al arco iris,
una canción de fortaleza