Caen pensamientos de alas marchitas
de flores voladas por un vendaval,
de palabras tristes y perdidas.
de palabras tristes y perdidas.
Se pierden, entre la niebla gris de algún día,
en que los oscuros mares vuelvan a la clara orilla
y borren las pisadas, la tuya y la mía.
Así caen pensamientos, en botellas de vino viejo,
y borrachas las aguas de nuestros recuerdos...
y borrachas las aguas de nuestros recuerdos...
se quedan con lo poco que yo tengo.
Tus palabras se las llevarán los vientos
y quizá, un día, en otro momento,
descubras que me quisiste
y desde esas aguas de frío lento,
o desde un pueblo costero,
o desde lo alto de un árbol,
de ramas que, con los rayos del sol no veo…
de ramas que, con los rayos del sol no veo…
y sabrás que jamás,
a quien se quiere,
se ha de olvidar....
se ha de olvidar....
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