Poema 35. A mi hermana MARÍA

Hermana,

Querida,

Tú eres frágil cristal

bajo el escudo de fortaleza
que quiero emular

Eres firme, a veces

eres niña pequeña

a la que hay que educar

Has crecido conmigo,

y veo una niña cuanto te miro...

¿Qué no habremos vivido juntas?

¿qué no sabrás de mi
que no te haya ya dicho?

De ti quizás, sepa menos,

pero lo intuyo..

Y aunque a veces nos alejamos

sé que hasta ti
puedo extender mi mano

Nos tendremos siempre,
nos querremos sin remedio.

No elegimos a nuestros padres,

pero de nuestra sangre son los hermanos.

Tú de la mía y yo de la tuya

A veces, incluso

lo mismo pensamos.

Te protejo con la mente,
porque pienso en ti cada rato.

Estamos unidas como por un extraño lazo

infinito e imposible, eterno e intacto

Me asomo hasta tu alma,

los días en que no me hablas

yo espero en silencio

a que pase esa nube
que te emborronaba

Decía eres frágil, pero también eres fuerte

Tienes mente aguda, corazón joven

Inexpertas

tus manos, maría,

son la niña que eras.

Tus ojos revelan que eres

mujer adulta y sincera

tu boca, sólo habla verdades, de las que son verdaderas,

y besar, besa sueños, de las noches más bellas

Eres mi hermana, y te quiero.
porque tienes actitud limpia y directa

y un alma profunda y sensible,

fuerte y perfecta.