Naturaleza de suaves colores:
Amarillos tostados, marrones...
Los campos de Artasona
me traen recuerdos entre nubarrones.
me traen recuerdos entre nubarrones.
Sobrio paisaje, almendros blancos.
Sobre tí camino,
en las manos los zapatos.
Y yo entonces, que no me fijé...
en las manos los zapatos.
Y yo entonces, que no me fijé...
Y ahora quisiera estar ahí otra vez…
Mirando el pajizo horizonte
cambiar sus colores bajo el sol.
cambiar sus colores bajo el sol.
Campos amarillentos
y cuadros de flores,
un puzzle de sinsabores.
Té de hierbas del campo sin colar,
como el que ella se solía preparar...
Ya no será igual jamás.
Siento dolor al pensar
Té de hierbas del campo sin colar,
como el que ella se solía preparar...
Ya no será igual jamás.
Está dormido el recuerdo
de tus campos lisos, tan áridos…
de tus campos lisos, tan áridos…
Siento dolor al pensar
que esa vez iba a ser
la última que la volviera a ver.
la última que la volviera a ver.
Duermes ahora,
reposas en el aire primaveral...
Te recordaré así, al respirar...
Entonces…
Tenías los ojos azules de cielo,
profundos, grandes, emocionantes.
Tenías los ojos azules de cielo,
profundos, grandes, emocionantes.
Sin nubes, tristes, fuertes
pero a veces también cansados…
pero a veces también cansados…
Llenos de orgullo y amor, aunque,
en ocasiones parecieran contrariados.
en ocasiones parecieran contrariados.
Mirando al sol no miraba el reloj...
El suelo frío, ella descalza...
El té caliente, el agua de la lluvia estaba helada...
Cestos de almendras en la entrada…
No volverán las golondrinas ya.
Volvían a ella y ella ya no está.
Sus ojos se han cerrado ahora,
se han vuelto jóvenes.
El sol no se los volverá a hacer cerrar.
El sol no se los volverá a hacer cerrar.
El viento no los volverá a hacer llorar.
Sóla, muda, contempla desde arriba:
la primavera, con sus almendros en flor,
el verano al dorar su Artasona al sol.
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