Se ha resistido el hueco de tu voz a
retumbar
en la cueva del recuerdo...
De tu noche en los ojos, de tu boca de
bocas
se arrastra el regreso de tu palabra que
toca,
y ahora,
es irremediable,
te vas...
He encontrado pájaros sobre mares
grises,
plomizos océanos …
y al batir de las olas
se apagaba el entusiasmo
del sonido profundo de las horas...
se apagaba el entusiasmo
del sonido profundo de las horas...
Llenos los ojos de lágrimas
porque nunca te brindé,
nunca tuve tu copa,
nunca bebí de tu boca.
nunca tuve tu copa,
nunca bebí de tu boca.
Arranca la noche el fuego del alma
que arde en silencio...
que arde en silencio...
Camino lento...
entre un murmullo, que apenas recuerdo
se quedó el aire quieto.
Inevitable, porque no habló tu boca
Inevitable, porque no habló tu boca
porque habló y dijo palabras de sombra,
de sombra de algo
que tímida nunca dijo,
que hoy descubro.
Descubro
el sentido alejado de lo inútil,
el
remedio encontrado para lo irremediable,
el
infantil juego de nuestros juegos de niños.
Pero
llega el momento inerte, efímero, imposible
Llega,
llegó y se fue, y se sigue yendo
y
no vuelve y cada vez quedan menos momentos
para
decirte, lo que no te estoy diciendo...
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